Modelo de transferencia de tecnología: el caso de una universidad pública del norte de México
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Las Instituciones de Educación Superior (IES) son las responsables principales de la creación de conocimiento; el cual se obtiene a través de sus tres funciones sustantivas: la docencia, la investigación, y la divulgación. Esta última función, es particularmente relevante pues se puede relacionar con la transferencia y, por ende, con el crecimiento económico, ya que implica que el conocimiento generado llega a quien lo pueda convertir en productos, así como desarrollar proyectos tecnológicos que, eventualmente, podrían ayudar a la generación de innovaciones tecnológicas. Para que los desarrollos tecnológicos de las IES transiten hacia el mercado se requiere relacionarse con sectores externos, así como saber cuáles son sus necesidades para poder ofrecer soluciones a sus problemas. Para ello es necesario que las IES consideren una serie de actividades que van desde desarrollar estrategias para estrechar los lazos de colaboración a través de una vinculación enfocada a dar solución a los sectores externos, principalmente del productivo, hasta generar acuerdo de transferencia de tecnología, e incluso la formación de nuevas empresas de base tecnológica. Una instancia mencionada en la literatura, que podría ayudar a este tipo de actividades, son las oficinas de transferencia tecnológica (OTT). Varios autores han analizado las estructuras, los actores, y las funciones a desarrollar por la OTT para apoyar e incentivar a los académicos de la IES a transferir tanto tecnología como conocimiento. Sin embargo, aún se presentan problemas para la adopción de modelos de OTT ya establecidas en otros contextos.